Civilization IV

No se cuantos de los lectores de esta humilde página han jugado de forma habitual a un juego de rol de mesa, ya sea de los de libro o de los de cartas, pero voy a tratar de explicarme con una analogía así que cada uno se la ajuste a su modo de vida. En los juegos de rol es común que con el tiempo surjan diferentes ediciones y expansiones, que si la 3ª de Cthulu, que si la 5ª, que si me cambian el sistema de daños, que si el «Black Potus» ya no ayuda tanto como antes, que si me prohiben el «Artefacto viviente» en los torneos de mi pueblo… Vamos, que los ajustes siempre molestan a unos y encantan a otros.

Pues «Civilization IV» ya ha transcendido el concepto de saga para asentarse en el de «Juego universal», junto con el «Risk», el «Monopoly» o la oca. Y es que cuando te pones delante de un Civi sabes que el juego será por turnos, tendrás que conquistar el mundo mediante tu ejercito o tu tecnología, tendrás que cuidar de tu imperio, etc. Es un juego en el que poco se puede cambiar para no perder la fórmula que lo ha hecho grande. Una vez está esto claro hablemos de la cuarta edición de «Civilization», el juego para ese tirano que hay en todos nosotros.

Ficha técnica

Desarrollador: Firaxis
Plataforma: PC-Win
Género: Despierta el déspota que hay en ti.
Format: Manual, desplegable y disco.

¿De qué va?

«Risk» a lo grande, «Sim City» a lo grande, simulador de político internacional. Cualquier descripción le va bien al simulador de mundos por excelencia. Y es que eso es «Civilization», nuestra pequeña tierra en miniatura donde controlamos los temas políticos y sociales de una civilización para hacerla coexistir con otras o aplastarlas. No hay posiciones éticas, arrasar a los indios por un poco de petróleo es tan relevante como adoptar la religión católica o conservar los bosques de nuestro territorio. Todo tiene sus pros y sus contras. «Civilization» es la manera definitiva de responder a la clásica pregunta de «¿y si…?» en forma de videojuego por turnos.

El comentario

Hay que reconocer que con esta última revisión del clásico de Sid Meier a muchos críticos se les ha hecho el culo gaseosa (curiosa expresión que siempre me ha hecho grácia). Y es que todos son unos putos civi-fans, perdón, somos. Mientras los niños juegan con «Age of Empires» y otros entretenimientos ligeros algunos preferimos planificar 7000 años de historia en un mundo donde no hay «buenos y malos» si no «nosotros y ellos». Después de esta introducción estoy esperando al típico de «pero es solo un juego para hardcores, el público quiere juegos asequibles» ¿Pero dónde vais florecillas? «Civilization IV» es tan complicado como «Civilization I» y si no te coges a este es porque no tienes la capacidad de atención o paciencia necesaria, vete a jugar al «Tzar» y no molestes. Citando una de las leyes de Murphy «No intente explicar como maldad lo que es simple estupidez»

Y es que igual que muchos defenderán a capa y espada coñazos infumables como «2001» o basuras como el supuesto arte que decora muchos puntos de nuestra geografía yo defiendo lo que me parece la mejor representación del arte y la artesanía que se ha hecho como videojuego. Porque el original era puro arte e inspiración de Sid, pero los siguientes han sido trabajos de amor de otras personas. El IV es amor de Soren Johnson y leiendo su epílogo al manual casi se me saltan las lágrimas. El hombre nos cuenta todo el desarrollo de Civ IV, nos explica el por qué de las cosas, demuestra que le encanta esto. Es el elegido y casi nos pide perdón a los que no lo hemos sido. Pero ha habido otros elegidos y es que «Civilization» es un juego para fans y da gusto que se les haga caso, se apliquen sus ideas y, en general, se intente hacer el juego divertido (sí, divertido, la premisa básica).

¿Y como se puede hacer más divertido el juego que acuñó la expresión «solo un turno más»? Pues primero haciendo que la IA haga menos trampas, que aun recuerdo en el II lo abusivo del sistema. Después reforzando y dando carácter al elemento religioso, ya no tenemos simples fanáticos y evangelistas, ahora las creencias pueden ser la llave para abrirnos de par en par las puertas de otra civilización. Y por último, con IA menos agresivas en ciertos niveles. Sí hijos mios, por fin la victoria cultural es realmente asequible. El mito de que «Civilization» es construir ciudades y tropas ha sido herido. La pluma sigue siendo más débil que la espada pero también es mucho más sutil y dolorosa. «Civilization IV» es un juego que debe tener todo jugador serio. Y si le va la estrategia al más alto nivel debería tatuarse «Amor de Civ» en su antebrazo para que todos puedan reconocerle.

Pero ojo, que uno es fan pero no gilipollas (¿alguna compañía tomando notas?) «Civilization IV» contiene una cantidad de bugs importante, pero algunos son directamente inaceptables. A estas alturas ¿cómo puede no funcionar un juego con las tarjetas de uno de los fabricante más importantes? Porque, sí amigos, los que tenemos ATI tenemos que hacer el pinopuente para que funcione el juego. Vale, el parche ya está disponible, pero eso no quita que quien no tenga internet se joda. ¿Nadie hizo la comprobación o qué? Si a eso unimos películas que dan saltos, cuelgues extraños en fases avanzadas y demás errores que se han ido acumulando nos encontramos con el equivalente a poner el matrimonio Arnolfini en un marco del todo a cien chino de la esquina. Es lógico que un programa tenga errores, pero al menos que no sean del tamaño de un crucero transoceánico.

Y ahora si me disculpan voy a dormir un poco que cinco días jugando hasta las 5 de la mañana tiene que se malo.

Pengo-nota: 8, esos bugs no se perdonan así de fácil.


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