La gente de Weblogs S.L. Ebooz andan buscando un administrador para su blog «LinuxJuegos«. No conozco cifras, pero sospecho que la web no debe ir todo lo bien que querrían. Tampoco me extraña, ya que el contenido es un poco soso en general, pero para los que nos gusta tanto el software libre como los videojuegos es algo un poco preocupante.
Personalmente llevo trasteando con S.O. libres desde Red Hat 5 (1998-99), pero hasta hace un par de años (2002) no decidí pasarme completamente a estos sistemas. El principio es duro, hay que acostumbrarse a otras formas de trabajar, otros programas, etc, pero cuando un par de meses después te sientes cómodo y empiezas a dar tus primeros pasos te das cuenta de que te falta algo: las ingentes cantidades de juegos de las plataformas Windows.
Y es que a día de hoy un Linux (y sospecho que también un BSD) puede cumplir el 90% de las tareas que cualquiera realiza con un ordenador doméstico (eso de que Linux no está listo para el escritorio es una chorrada). Tienes tus programas de ofimática, tus programas de dibujo, de grabación, de P2P, de multimedia, de correo, de mensajería,… Pero a la hora de jugar estamos hasta peor que los maqueros.
Bueno, maticemos, en juegos originales y propios estamos muy mal. Quien quiera emuladores va más que servido: MAME, SCUMMVM, DOSBox, VGBA,… A no ser que quieras emular la PCEngine pocos problemas tendrás (MagicEngine no está y Hu-Go! deja que desear). En juegos online la cosa se complica un poco más, el Flash no va todo lo bien que debería (aparte de que vamos aun por la 7), Shockwave no existe y Java suele funcionar bien pero muchas veces a base de sudarlo, aun así 9 de cada 10 juegos chorras que te envíen funcionarán a la primera. Pero voy a dejar de irme por las ramas y centrarme: tenemos pocos juegos comerciales y los «amateur» no acaban de superar el listón.
En el campo comercial hay dos tendencias: juegos de Windows convertidos o juegos de Windows emulados. Así de simple, el videojuego comercial en Linuxes y BSDeses es poco menos que testimonial. Y es una putada, porque en forma de shareware MS-DOS albergó grandes joyas («Doom», por poner el ejemplo fácil), pero la gente parece que tiene alergia a ganar dinero con estos sistemas operativos. Ojo, no es que no lo haya, ahí tenemos a los de Transgaming ganando pasta con una capa de compatibilidad para juegos Windows que además se paga con cuotas mensuales (emulador de alquiler, por decirlo de forma muy muy simple), pero claro, es arriesgado ir a un mercado minoritario. Por eso cada vez que una compañía saca juegos compatibles uno salta de alegría: «NeverWinter Nights«, «UT 2004«, «Doom 3«, «Quake 4«, «Darwinia«. Parece que la cosa se anima, pero el que la mayoría de los juegos se programen en Direct3D es el mayor problema ya que pasarlos a OpenGL (el estandard de gráficos abierto que usan todos menos MS) es demasiado trabajo para el beneficio, así que de momento habrá que seguir viviendo de las migajas. O confiar en la gente.
En la mejor tradición del soft libre es la comunidad la que realmente da contenido a los programas. Alguien hace un juego porque le gusta, luego otro decide mejorarlo, o reinterpretarlo o tal vez ampliarlo. Las armas están ahí en forma de código y herramientas, evidentemente hay que aportar ganas. Por desgracia un gran poder conlleva una gran cantidad de remakes. «FreeCiv«, «LinCity«, «SimuTrans«,… La lista de buenos juegos pero poco originales es grande (y no vamos a entrar en los mil millones de clones de «Tetris», «Pong», «Arkanoid» y demás clásicos que hay en todos los sistemas). Lo cierto es que se necesita más contenido propio.
¿Por qué no se genera? Yo tengo mis ideas, concretamente tres razones: el efecto «Tuxracer», los artistas y la tecnología. El efecto «Tuxracer» no es nada raro, simplemente me parece la definición adecuada para un mal endémico del juego en Linux: Comemos una y contamos veinte. Durante años la simple existencia de «Tuxracer» parecía justificarlo todo, era el summun del juego y todo el mundo lo adoraba. Pero en vez de nacer clones como setas o juegos similares, lo cual siempre es un sintoma de vida la originalidad suele aparecer después, no pasó nada. Un único juego eclipsaba a todos los demás y la gente feliz. Triste. Y esto ha sido cíclico: «FreeCiv», «Frozen Bubble«, ahora «Battle for Wesnoth«. Siempre hay un juego importante que en vez de hacer florecer otros parece marchitarlos.
Lo de los artístas se explica rápido: en esto del soft libre hay mejores coders que grafistas o músicos. Será por falta de herramientas o porque tiene poco glamour pero eso se refleja en los juegos. Feos. Feos de cojones. Unos cuantos artistas que quieran probar sus capacidades seguro que serían bienvenidos en montones de proyectos. Por ejemplo, «Battle for Wesnoth» dio un salto impresionante cuando mejoraron los gráficos del mapa. Y no solo eso, el sonido y los gráficos son lo que le da ese aire de «pulido» que tanto necesitan algunos juegos.
Por último, la tecnología. A día de hoy el desarrollo amateur en sistemas libres no puede competir con los productos punteros del mercado. Los problemas con la aceleración 3D (esos drivers…), el empeño de algunos en centrarse más en hacer cosas complicadas que divertidas (me viene a la cabeza «TORCS» pero ya se que es más un simulador que un juego). Los videojuegos en Linux me dan la sensación de haber pasado de la época de los carácteres ASCII a las 3D sin pasar por la casilla de las 2D. ¿Que tal un par de aventuras gráficas de «point & click», unos plataformas estilo «Commander Keen» o un shooter al nivel de «Raptor»? Juegos sencillos y completos vendrían bien.
A ver cuando la gente asume que tanto Linux como los BSD son «Desktop Ready» y pasamos del año del escritorio al año del juego. Aunque cuando sitios como Berlios (un lugar para desarrollar programas) empiezan a tirar a los juegos para liberar ancho de banda está claro que no son una prioridad.
Linkografía para gamers Linuxeros
The Linux Game Tome: Una web básica.
Icculus.org: Muchos proyectos y su útil lista de juegos para Linux.
Games for Linux: Otra megalista.
Linux Games: Para mantenerse informado.
Deja una respuesta