Entramos en el tiempo de descuento de esta primera parte…

Hoy le prometí a Nae que analizaría el Nintendo World Cup, pero como dice el dicho «Hasta el meter todo es prometer. Una vez metido olvidar lo prometido». No es que le haya metido nada a nadie, es más el análisis aparecerá mañana, pero hoy estoy cansado y no me apetece. Hoy simplemente voy a escribir de cosas. Cosas como el marrón que me voy a comer mañana por la mañana ya que por lo visto el aire acondicionado de la sala de máquinas se ha ido ATPC. Es lo que tienen algunos trabajos: cuando menos te lo esperas se tuercen las cosas. Pero nada, eso se arregla en un momento.

Luego está VidaExtra, donde la gente está un poco desaparecida últimamente y yo estoy en plan becario, pero me es imposible hacerme cargo de todas las noticias. Y eso me jode. Hay decenas de noticias interesantes que se escapan a la semana y que me encantaría comentar o al menos ver comentadas. A ver si cuaja la ampliación de plantilla y así uno encuentra algo de tiempo para preparar comentarios con más chicha que una reseña y cuatro imágenes.

A todo esto decía el Sr. Tones cuando aquello del 20minutos que VidaExtra era un antiblog. Si por antiblog se refería a no ser un blog me parece que estaba en lo cierto. Tener que hacer unos posteos mínimos, atender a las peticiones del público y no querer aguantar el chaparrón de tonterías que sueltan algunos amparados en el anonimato porque dices algo en contra de su consola/juego/forma de vida basada en el carbono favorito te quema. Me estoy planteando muy en serio escribir un breve comentario de netiqueta porque algunos días leer los comentarios se vuelve insoportable. ¿Cuándo dejó esto de ser una amistosa competición y se convirtió en una guerra encarnizada? ¿Realmente creen que me quita el sueño que consola sea la más vendida de la nueva generación? Yo, si me he de encasillar en algún sitio, soy un seguero amante de los arcades. Como ven es imposible que pueda influir en nada cuando mis dos pasiones van a la baja. Vamos, nadie cuestionó mi imparcialidad cuando saqué el «Let’s make a soccer team» como noticia y fue un acto de puro amor por un juego que o me lo regalan o nunca lo jugaré hasta que me lo cruce falto de amor en algún estante de segunda mano económica.

Pero lo que realmente me quema y me saca de mis casillas es leer los comentarios donde las v se hacen b y viceversa, las k campan a sus anchas, la coherencia es tan fina como el velo que separa el sueño de la vigilia y las mayusculas son una forma aceptada de escribir. ¿Qué sentido tiene este lenguaje en un teclado extendido? 104 teclas dan para mucho y no me consta que tanta gente visite la web desde un móvil. Como suele ser habitual me salgo del tema. Hablabamos de antiblogs. Debe haber cientos de definiciones de blogs por ahí pero yo tengo la mía: webs serializadas donde la gente cuenta cosas como las piensa o las siente. Ya está, así de simple. ¿Hoy te apetece comentar lo bonitos que son los conejos de angora? Felicidades. ¿Te arrancarás en una disertación sobre el funcionamiento de una máquina de café porque sientes pasión por el tema? Excelente, seguramente disfrutaré de tu lectura aunque no haya abierto una en la vida. ¿Eres un mero repetidor de los hechos que ves? Pues eso no es un blog, es una agencia o un feed pero no un blog. El blog requiere opinión y visceralidad. Si el blog es aséptico no sirve de nada.

¿Quiéren un ejemplo de post blogger? Alcachofa Corporation y la subvención de los rebuznos a colación del exitoso estudio del instituto de la mujer que aun que deja entrever que se trata de otra de las grandes joyas del humor no me voy a leer porque 468 páginas de sandeces me parecen mucho y aun no me he recuperado de cuando me leí ese best seller llamado «Propuesta de constitución para Europa». Pueden o no estar deacuerdo con lo que ahí se dice, pueden llamar de todo al Dr. Boiffard o mandarle un «Vale por un cubata» en reconocimiento a su escrito, pero siempre lo harán porque el texto tenía la intención de moverles a expresar una opinión, a posicionarse, a escandalizar y despertar alguna estúpida neurona adormecida en nuestro córtex frontal.

Y ¿de donde viene esta magia? De la libertad para controlar tu propio destino. Pongamos un ejemplo: yo tengo 500 lectores diarios (gracias a todos), entre ellos mis jefes (un saludo majetes) y no tengo miedo a contar aquí nada que se salga de tono porque unicamente yo voy a responder de ello. ¿Ahora os aburro con juegos de fútbol? Mala suerte, simplemente me apetecía, me parecía importante hablar de algo que no suele entrar porque la gente no lo considera importante y quería colaborar con Nae y hacer algo mano a mano después de mucho tiempo (que lejanas quedan las grandes entrevistas de la Campus). Tal vez mañana escriba como Gamerah en sus buenos momentos (la web se os está llenando de casuals, ¿dónde quedó el elitismo de martini agitado-no-mezclado? ¿ya no os mete caña Noah?) o esto aun vaya a peor, pero tened por seguro que será cosa mía. En cambio si has de jugar en equipo tienes que ponerte unas limitaciones que te pueden parecer correctas o puramente artificiales. En OJ, verdadera razón del nacimiento de este blog y no MondoPixel como dice cierto DonDepre, eramos un equipo (o algo así) y tu trabajo podía afectar al de los demás. Yo no podía poner un 20 al primer juego que nos llegara de una compañía porque tal vez detrás de ese venían un par de bombazos y si machacabas el primero (aunque fuera con justicia) no querían volver a saber de ti. Y así es en cualquier sitio que mueva dinero o haya más de una persona.

La verdad es que a esta alturas del post siento que me estoy repitiendo, que comento algo que ya he comentado, pero no me voy a molestar en mirarlo por la simple razón de que entonces me quedo sin nada que decir en este momento. Además me encuentro muy a gusto siguiendo el hilo de mis pensamientos y escribiendo este tocho de un tirón. Y esa es otra ventaja de los blogs, al igual que los videojuegos son un perfecto campo para liberar neuras y relajarte por medio de la violencia, ya sea ficticia en unos o verbal en otros. No busco nada con este texto, simplemente contar cosas, lo cual no está nada mal para un texto que había nacido con esa sana intención.

No me hagan mucho caso y tomense esto como un breve paréntesis o un indicio de que detrás de esta montaña de juegos con abuso del color verde aun me quedan cosas que quiero explorar y compartir.


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