Mi vida está cambiando y la consecuencia más clara es que mi nivel de atención para ciertos asuntos ha disminuido. Por alguna razón (pura autodefensa) parece que los internautas tenemos tendencia a buscar solo las cosas concretas y resumidas, ignorando aquello que no nos produce satisfacción/información inmediata, con lo que me he sorprendido a las tantas de la madrugada disfrutando de un post de John Tones en MondoPixel. Ya no acostumbraba a hacerlo. Afortunadamente «¿Hay esperanza? (1/2)» me ha sacado del letargo en el que estaba sumido.
Sí, la polémica sobre el análisis de videojuegos me encanta. Hubo un tiempo en el que, con toda mi soberbia, me consideré un profesional del medio. Pasado el tiempo me he dado cuenta de dos cosas: no era tan soberbio y siempre he sido un analista de la vieja escuela. Lo reconozco, para mi la crítica siempre ha sido un tema entre yo, el juego y los lectores, destacando méritos del producto y atacando defectos. Buscando por qué el juego puede o no puede merecer la pena. Uniendo datos del pasado con experiencias del futuro. He estado vendiendo juegos a los lectores.
Claro que ese era el trabajo: vender. Las webs sobre videojuegos son negocios sobre negocios, con lo que el análisis es lo que manda, quedando la crítica al medio en un tercer plano para rellenar. Así las cosas creo que hay que disociar de una vez: o analizamos o hacemos crítica. Los analistas somos los de los datos, los que vemos el juego como producto que ha de proporcionar algo y cumplir unos requisitos, somos los que nos encargaremos de la fea pero necesaria tarea de decirle a la gente si debe comprar el FIFA 08 o mejor seguir jugando al 07. Como bien indica el colega de Tones, hay juegos a los que no les puedes hacer una crítica ya que te dejan en bragas a causa de su concepción como producto de consumo.
Pero tengo curiosidad. ¿Cómo sería la crítica de videojuegos? Es decir crítica pura y dura de conceptos originales que han de tener algún tipo de nexo con el mundo en el que han sido creados. Yo estoy dispuesto a intentarlo el día menos pensado y exponer el resultado en esta página, afrontando con entereza el ser sometido a escarnio a la vez que dispuesto a ser un pionero del género. ¿Quiere alguien jugar conmigo? ¿Estarían dispuestos a escribir una crítica sobre un juego cualquiera al azar? Ahí dejo el desafío.
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