Aviso: Mi relación de amor/odio con Barcelona viene de lejos, exactamente desde que era un joven imberbe atraido por el brillo de los salones del cómic y el manga. Mis experiencias personales no son extrapolables al 100% de los ciudadanos de BCN así que si digo «la ciudad está llena de gente desagradable» significa «no me he cruzado más que con imbeciles». Puestos los puntos sobre las ies (y sobre las jotas, no olvidemos que la jota también lleva un punto) vamos a ello.
Día 1: Clos, cabrón.
¿Hay algo más maravilloso que ir a una ciudad y descubrir que no hay ni una sola plaza de aparcamiento gratuita? Y no digo que haya coches por todos los sitios no, es que toda la ciudad está cubierta de zonas de aparcamiento tarifado. Tuve que aparcar a unos 8 kilómetros de la pensión donde nos alojamos (ver foto adjunta). Afortunadamente Sant Adriá de Besos nos recibió con la térmica abierta y pude aparcar allí. También quiero agradecer la colaboración del Tram en devolverme al centro de Barcelona. El resto del día tuvo poco de interés, el Nae se fue a ver «La novia cadaver» y la especulación situa el «Castlevania» de DS en 59.95€.
Día 2: Theo Jansen, ese hombre.
¿Hay algo más maravilloso que dormir hasta las 12 de la mañana? Sí, no tener que ir con prisas a ningún sitio. Un buen momento para visitar las areas comerciales de la ciudad y hacerse con un «Still Life» por 5€. También un mal momento para descubrir que la Coca-cola que sirven por aquí está más aguada que en Valencia, será para ahorrar o algo. Por la tarde al fin un poco de acción, Nae se volvió a pirar para ver a un vicepresidente de EA en la Pompeu y yo me dispuse a disfrutar del día más «científico» del Art. De primero un Ishii recién traido del MIT con un resumen de lo último de su departamento, mi preferido de este año ha sido el I/O Brush.
De segundo, Usman Haque, un poco en plan «tengo-unas-ideas-a-ver-si-alguien-me-dejara-unos-euros-que-no-es-para -drogas-se-lo-juro» con sus ideas e inventos. Pues bueno, será que yo no soy muy multiculutral pero me pareció el más flojo de la tarde, prescindible incluso. Pero lo mejor estaba por venir. Theo «que huevos tienes» Jansen, el holandes que se ha tirado veinte años creando su propia evolución a pequeña escala, generando unas criaturas móviles de extraña belleza y que es capaz de dar una charla y trasmitir todo el entusiasmo que pone en su obra. Para quitarse el sombrero tanto él como sus criaturas. Admiradlas en su web.
Tras el entusiasmo de oir a estos prohombres nada mejor que combinar metro y tranvia durante una hora para llegar al coche, recogerlo en «culo del mundo», equivocarse por una señal tapada por una palmera, meterse en un barrio, perderse durante hora y media, encontrar un muro llamado Meridiana que no te deja salir y llegar a la pensión sobre las 12 de la noche.
Día 3: Esto es una señal.
«Estabamos hambrientos y se nos apareció Mizuguchi. Bajó del taxi ante nosotros y no pudimos más que regocijarnos» Libro de MrPengo
Pues eso, que saliamos de un OpenCor de pillar algo a las tantas y vimos como Mizuguchi «I’m a rock star» bajaba de un taxi acompañado de una señorita (dicen las malas lenguas que alguien de la organización del Art, yo opino que debía ser alguna groupie en epoca de celo). Nae y yo, como buenos reporteros, empezamos a partirnos de risa (cosas que pasan) y no le tiramos bragas ni nada. Al día siguiente intenté vender la exclusiva pero ningún programa se interesó. Mierda de país.
Al despertarnos a la mañana siguiente acudimos al primer encuentro de strateros Art Futura. Una pena que apenas estuviese veinte minutos, pero pude notar que los programadores amateurs no tienen el mismo filling que Mizu. Nada crecía en mi interior.
Ya por la tarde un par de charlas de 3D y efectos especiales, el titular de Daniel Sanchez Crespo: «Soy un nazi» y la gran reaparición de «Toad» en nuestras vidas. «Toad», también conocido como «el ocho» (no es que nos metiesemos con él, es que no sabiamos su nombre) siempre nos ha parecido un gran tipo. Siempre en primera fila, usando enchufes de los conferenciantes, haciendo fotos cuando a los demás se nos había dicho que no hiciesemos. Debe ser lo que tiene el trabajar para «la Rolling, por ejemplo». Yo de mayor también quiero ser alguien en la cultura pop, de momento me estoy dejando las greñas.
Por la noche cena con los de Stratos en un «chino mediterraneo» (Barcelona nunca dejará de sorpenderme) y fiesta con los chicos de Radio Game Over y una docena de jarras de agua de Valencia.
Día 4: Podría ser peor, podría llover.
Después de una noche de farra no es bueno despertarse a las ocho y media. Menos aun con resaca. Como pude arrastré mi cuerpo al desayuno con Stratos (donde se pidió «jefe, un café con leche y un croissant» hasta que el jefe dijo que no le quedaban croissants) y me preparé para la que sabía iba a ser una mala entrevista. Desafortunadamente fue peor de lo que esperaba. Sin duda puedo calificar la entrevista a Mizuguchi «bajo bragas con chasquear los dedos» como la peor de las que hemos hecho hasta la fecha, tanto por problemas de traducción (nos dijeron que habría traducción y al final nos tocó hacerla a pelo), como de comprensión (Mizuguchi «my tailor is rich» es una rock star y su nivel de pensamiento es distinto al del resto de mortales). Si no llega a ser porque me firmó el Rez (copia de prensa PAL firmada por Mizu, la puja empieza en 300€). Para colmo las chicas del Art nos dijeron que eramos poco profesionales por decirle que nos firmara unos juegos. Ante la duda de soltar la frase para estas ocasiones «somos tan profesionales como lo que cobramos» o mandarlas a la mierda decidimos callarnos.
Por la tarde tocaba entrevista con Fumito, pero oh tragedia, resulta que se confundieron de día y nos tocaba ayer. Mis dudas sobre ICO a tomar por culo y cabreo monumental. Pero daba igual, era la hora de los elegidos. Primero Fumito y su productor «cara de perro-san» nos contaron como se había gestado ICO y el Shadow of the Colosus (por cierto, si lo de fuera no eran betas que horror de rendimiento) Después firmaron ICOs ante las hordas de fans y eBayers.
Afortunadamente, y en contra de lo que pensaba Nae, la camiseta de Gamerah hace amigos, con lo que no solo fuimos bendecidos con el saludo de un lector de los hijos del kubito (¿era Ikael? La resaca me dio fuerte) si no que el mismisimo Noah se apareció ante nosotros, intercambió DNIs con Nae y nos habló. Mientras un japo jugaba a la PSP y nos mostraba su video de «yo he jugado al Rez en una pantalla de 300 pulgadas y con el sonido de todo un club» pero que coño, un redactor de Gamerah y yo sin mi libro de autógrafos a mano.
Y eso, al finalizar su charla Mizuguchi «soy el puto amo» fue arrinconado por sus fans que por lo visto intentaron violarle repetidas veces, por nuestra parte nosotros nos despedimos de nuestras fans y emprendimos el largo y duro camino a casa (casi nos mato dos veces porque me dormí al volante, pero eso mejor no comentarlo).
Así fueron las cosas y felicidades al que se haya tragado el rollo, yo me voy a dormir que mañana tengo que jugar al «Castlevania».
Deja una respuesta