El estudio de todos los años

Amnistía Internacional vuelve a traernos su típico estudio navideño sobre porque los videojuegos son tan malos. No tengo por costumbre el desconfiar de instituciones como esta, pero los maravillosos y sensacionalistas títulos de los anteriores estudios (2000-“¿Traerán los Reyes Magos torturas, matanzas y asesinatos?”; 2001-“Haz Click y Tortura”; 2002-“¿Sabes a qué juegan tus hijos?”) siempre me han puesto en alerta ante un informe que, año tras año, refleja la ineptitud de todas las organizaciones a la hora de evaluar los videojuegos y su realidad.

De todas formas, a estas alturas de la vida no me sorprendo porque la gente no entienda de videojuegos, yo no entiendo de vinos y a nadie le importa (tampoco me meto a reocmendarlos), pero me preocupa la moralina estúpida que destila el estudio, además de sus inexactitudes y la omisión de la forma en la que ha sido realizado el estudio o los datos utilizados. Vamos a leerlo, cosa que no suelen hacer los medios de comunicación.

Comencemos. Estos señores consideran que la clasificación de «Los Sims 2» para mayores de siete años es incorrecta porque unos personajes pueden llegar a pegar a otros. ¿Esta gente se ha pasado por una clase de preescolar alguna vez? Ah, y que Burnout 3 está clasificado para mayores de 3 cuando resulta que se pueden causar accidentes. ¡Oh sacrilegio! Bueno, ya está claro que los señores de AI quieren juegos blancos y simples para los menores. Se les puede criticar de demasiado puritanos, pero sigamos leiendo el informe.

Después se repasan los videojuegos que atentan contra los derechos humanos. De esta lista la mayoría de los nombrados no son comerciales, es decir que citan juegos que la gente ha puesto en internet equiparandolos con los que podemos comprar en las tiendas. De los comerciales se nombra «Carmageddon» (ocho años y sigue siendo un juego comodín), «GTA SA» (el juego comodín del año), «BMX XXX», «NFSU» y «Rainbow Six», pero de «BMX XXX» y «NFSU» se comentan dos detalles que son risibles, de uno un comentario jocoso y del otro que las mujeres aparecen dando las salidas de las carreras. De «Rainbow Six» que fomenta la violación de los derechos humanos en conflicto armado, cuando resulta que en este juego has de rescatar rehenes y muchas veces evitar dañar a la gente. Si querían decir esto «Soldier of Fortune» era su juego (pero claro, eso lo sabe alguien que los juega, no alguien que los ve solo una vez al año para despotricar)

Luego llega la hora de los porcentajes, resulta que solo el 20% de los personajes protagonistas de un videojuego son mujeres. Bueno, acabo de hacer un análisis de mi juegoteca y, si elimino los juegos deportivos, me sale que más del 80% de los juegos que poseo tienen protagonistas femeninos (ojo que másculinos no son el 100%, «Metroid» es integramente femenino) No es que yo sea un medidor perfecto del mercado, pero me queda muy claro que según el muestreo que hagamos vamos a obtener unos resultados u otros totalmente distintos. Siguiendo con la mujer, que es el centro del estudio, consideran machista una descripción porque hace referencia a la belleza de la protagonista, ignorando totalmente la referencia a su determinación y sentido de la justicia. El doble rasero funcionando para ajustar la realidad a los resultados.

Más madera, ahora resulta que «Navegando en la red se puede acceder a la descarga de títulos tan conocidos como Splinter Cell, Call of Duty o Rainbow Six» Otia, pues yo no los he encontrado, ¿será que son descargas I-LE-GA-LES? Ntchs, los piratones ya no tienen ética ninguna. Luego cargan contra las revistas, pero con la técnica de meterlas a todas en el mismo saco. «Micromanía», «Hobby Consolas» y las diferentes publicaciones sobre PS2 sí que se apoyan claramente en meter chicha y viscera para vender (ya lo decía David Ramirez, «violencia, sangre y Dragon Ball»), pero no se dice nada de otras como «Computer Juegos Hoy» o «Nintendo Acción» que hacen un trabajo mucho más digno apoyandose únicamente en la diversión o calidad del juego.

Conclusiones: La intención de AI es buena, proteger a los menores está bién, pero están fallando a la hora de localizar donde están los problemas y mienten para apoyar sus ideas. Culpan a revistas, editores, tiendas y gobiernos de la situación de descontrol, pero apenas se menciona el desconocimiento casi absoluto de los padres sobre lo que juegan sus hijos y sobre los sistemas de calificación. Consideran a cualquier menor inconsciente de lo que ocurre a su alrededor, sin tener en cuenta que los niños viven en un mundo donde existe la violencia y la discriminación. Lo que hay que hacer es enseñarles que eso está mal y que no es lo correcto, no tratar de ocultarselo como si no existiera. Lo que se necesita es más educación para los padres, más apoyo a los videojuegos constructivos (si critican incluso a «Los Sims» ya veo que esto es imposible) y hacer caso a las recomendaciones de los expertos.

Si en una tienda te dicen que ese juego no es para tu hijo no te lo pases por el forro de los cojones simplemente para que el crio deje de darte la tabarra. Si te vas al Carreful o al Cortinglés no esperes que te aconsejen, ellos están para venderte el producto. En último término cada uno es responsable de sus actos.


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