Este post es uno de los que más me cuestan escribir de todos los que he puesto hasta el momento. ¿Momento trágico? Un poco. Digamos que he sufridor «una incisión de 3 centímetros con un arma punzante» en el dedo. Vamos, que me acabo de pegar un señor tajo en la punta del índice y hay que ver lo complicado que es teclear así.
Parte médico mediante hoy me apetece volver a escribir sobre el sexo de los ángeles. ¿Es capaz un videojuego de describir una experiencia personal? Me explico. Yo tengo una teoría, el videojuego comparte espacio vital y similitudes con tres artes, la literatura, el cine y el cómic. Las cuatro tienen un nexo de unión común, presentar un relato y desarrollarlo (esto puede ser un poco simplista pero tampoco pretendo hacer una tesis), y unas diferencias propias de cada medio. Pero hoy, tras una visita a mi librero de confianza y 18€ que cambian de manos, he encontrado un pequeño punto negro en el videojuego. He comprado «Pyongyang», un cómic que no conocía pero que por su temática y dibujo me ha atraido. «Pyongyang» no encaja con la concepción infantil del cómic que tiene mucha gente, si no que es la crónica de dos meses de la vida de un animador en la capital de Corea del norte. Y he de decir que después de leerlo no tengo ningunas ganas de visitar esa especie de «1984» permanente que parece ser el país. En realidad «Pyongyang» no es una historia, es una visión de un lugar en un tiempo, como un cuadro. Algo inmovil cuya razón de ser no es ser él mismo si no dar que pensar, ser una causa y no una consecuencia.
Este género no es desconocido para nadie. La literatura de viajes es extensa, así como los documentales cinematográficos. También tenemos las autobiografías en todos los formatos. Pero ¿existen juegos autobiográficos? Quiero decir ¿se puede expresar un sentimiento en un videojuego? Sin pervertirlo me refiero. Porque la diferencia fundamental del videojuego es ser interactivo y si es facil crearle diálogos falsos a una película para echar unas risas aun lo es más destrozar el ambiente de un videojuego. He tratado de transformar «Pyongyang» en un libro y en una película, lo cual ha sido bastante sencillo, pero no he conseguido transformarlo en un videojuego. No se me ocurre donde podría encajarlo.
Bueno, es igual, divago. El videojuego es interactivo y no tiene sentido intentar usarlo para reproducir algo no interactivo. Si lo hacemos acabamos con «Final Fantasy 7-10» o similar. Tal vez es que me jode no ver como podría expresarme con un videojuego.
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