Algunos piensan que es cara, pero la verdad es que es más barata de lo que parece. Pero es comprensible, es lo que tienen las grandes consolas, que desatan pasiones. Pero no estamos aquí por el hardware, si no por el software. Queremos ver los juegos, queremos amor, queremos gozar. Una pena que aquí tan solo hayan llegado los anuncios.
¿Habrá sangre en el Carrefour? Esperemos que todo funcione.
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