Pues sí, después de 25 años en activo acabo de cargarme mi primera consola. La DS que tantos sudores me costó (y que encima era una especie de edición limitada) ha amanecido esta mañana con la pantalla superior partida de arriba a abajo. ¿Causas? Posiblemente una desafortunada caída desde la mesa. Por fortuna dentro de lo que cabe el daño no ha sido mortal para la máquina y aun se pueden jugar bastantes juegos, al menos mientras no se salga más líquido de la parte superior. O a malas siempre puede servir de GBA con extra de batería. El tema me jode un poco ya que estaba ahorrando para comprarme una cámara digital nueva (mi vieja Kodak es incluso peor que las chinorras de 60e) pero al menos ahora tendré una escusa para comprarme una Lite.
A todo esto he estado repasando la cantidad de consolas, juegos y similares que he «perdido» con el paso del tiempo y he de reconocer que no son demasiadas. A saber:
* Worms United (PC): CD partido por una lectora defectuosa.
* Control Pad Master System: La cruceta salió volando durante una partida especialmente emocionante de «Monaco GP».
* Thunderpad Digital PC: MAME y «Track and Field» son una combinación peligrosa.
* Dreamcast: Problemas de alimentación, al final con piezas de dos saqué una (que de todas maneras petardea cada dos por tres).
Vamos, no se puede decir que sea un salvaje pero también he de reconocer que a algunas de mis consolas les he hecho auténticas perrerías, como a la Master que más de una vez se ha pegado leñazos considerables y sigue como el primer día. En realidad la única que ha muerto de vieja es la NES, con la que me las veo y me las deseo para que reconozca los cartuchos.
Podríamos hablar de si las consolas actuales son mejores o peores que las antiguas en cuanto a materiales, pero no tendría mucho sentido ya que siempre han sido cacharros baratos con materiales de segunda. En esto Nintendo ha sido siempre una experta y aparte de lo putruñoso de sus NES es fácil encontrar hoy en día SNES que dan puro asco del color amarillento que tienen sus carcasas. La competencia no es que fuera mejor, pero sí más discreta y es que las carcasas negras de Sega notan menos el paso del tiempo, no así sus pads. Sony también ha tenido sus grandes momentos con aquellas primeras PSX con la fuente en mal sitio o ciertas series de PS2 que mejor no tocarlas. Y de MS recordaremos sus XBOX con función de autoreseteado o el círculo de la muerte de las 360. Veremos con que nos sorprenden las Wii y PS3, pero seguro que los hardwares aun darán que hablar. Y es que aunque se vendan a pérdida y la verdadera razón de su existencia sean los juegos a algunos nos gustan tanto o más estas cajas repletas de circuitos, al fin y al cabo son la parte que aporreamos cuando algo sale mal
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