Internet está arruinando mi vida. Si algún día consigo hacerme millonario lo primero que haré será contratar a alguien para que se encargue de revisar la red en mi lugar y me pase un informe detallado. Y es que esta mañana sin Internet ha tenido unos efectos reparadores comprables a unas cuantas horas de relajación en un centro de cuidado termal.
Anoche decidí, como no, acostarme a las tres de la mañana para echarme unas partidillas al Battlefield 2. Total para lo que tenía que hacer al día siguiente. Pero por esas putadas que te gasta el cuerpo hoy a las 9 ya estaba con los ojos como platos encima de la cama. Mi familia se ha ido de viaje, los amigos están haciendo cualquier otra cosa, mis compromisos tienden a 0 y ver desde la cama el desorden en el que habito no es muy productivo así que mi mente, en uno de esos momentos raros que tiene, me ha hablado.
– ¿Otro día haciendo el puto vago delante del ordenador?
– Bueno, no parece que haya nada mejor que hacer.
– Así estás, hecho un guiñapo. Levanta ese puto culo y sal a que te de el aire.
– Pero ahí fuera no hay conexión. No tengo WiFi. Me aburrireeeee.
– ¿Me estás vacilando? ¿Talking to me? Tu no sabes con quien te juegas los cuartos.
– ¡¡¡ARHGHHGHH!!! ¡MECAGÃœENLAPUTAAAA!
– Así me gusta, nada mejor que una rampa en la pierna para poner el cuerpo en marcha. Ahora sal a hacer el friki por ahí que contenta me tienes.
Nada, una ducha, un MP3 con algo de música, la DS recién cargada, algo de lectura y ha tomar el aire. Pero nada de disfrutar con la invasión guiri que sufre Valencia de febrero a noviembre. Me subo a la azotea y disfruto de mi Hell’s Kitchen particular aunque la vista desde mi edificio no se parezca ni por asomo a la de Nueva York. Tirado junto a la antena de la televisión lejos de cualquier mirada indiscreta, escuchando la mezcla de Pixies, NOFX, Hellacopters y Gluecifer que habita en mi pequeño reproductor, echando una partida al Mr.Driller con una suave brisa y el agradable sol primaveral que baña esta parte del planeta. Mejor que la gloria.
Con el estado de placidez mental que obtiene uno tras estar tres horitas de retiro espiritual me apetecía poner fotos de mis pies pero he recordado que son feos. Luego he pensado en gatitos pero no tengo mascota. Incluso me he planteado una de mi pueblo pero la cámara está sin pilas. Así que les hablaré, para que no digan que este post no aporta nada, del segundo número de Kult. La verdad es que me costó encontrarlo ya que los CG que frecuento lo tenían guardado en el almacén, pero nada que unos contactos no apañen. De todas formas no sufran, ya está en PDF en su web.
Como comentaba hace tres meses, Kult es una revista ligera, con enfoque comercial y un bonito envoltorio. ¿Sus peculiaridades? Ser gratuita, trimestral y haberse sentido un poco dolidos por lo que dije de ellos la última vez. Espero que les alegre oírme decir que me gusta ver como han potenciado la idea complementar los análisis con entrevistas, comentarios de entregas anteriores y detalles varios sobre el juego. A uno siempre le ha encantado conocer el trasfondo de las cosas. Respecto al resto siguen en su linea: avances algo descafeinados, análisis de libro pero con poca carga a la hora de expresar críticas y reportajes más (Alone in The Dark) o menos (MMORPGs) entretenidos según el tema. Analizándolo fríamente la revista es lo que es y está bien donde está. Veremos si se vuelven más ambiciosos en próximos números, yo de momento voy preparándome para culminar este tranquilo día con una entretenida noche.
Haganme caso, descansen.
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