Bienvenidos de nuevo. Sí, se que llevo como un mes sin escribir ni una triste linea, pero ¿qué mas da? Si quereis información ya sabeis donde están las páginas y revistas generalistas. Los masoquistas que siguen leyendo esto es porque sienten algun tipo de compromiso amistoso, tienen el RSS funcionando o creen que algo de lo que digo tiene un mínimo de sentido. Hoy, como ya indica el título, le ha tocado el turno de ser desmenuzado a una de las últimas sensaciones «Phoenix Wright: Ace Attorney».
Phoenix Wright: Ace Attorney
Desarrollador: Capcom
Plataforma: NDS
Año: 2006
Fantástico, el primer gran mérito de este juego es haber llegado a España con retraso respecto al resto del mundo, región PAL incluida. Parece ser que el mercado en español sigue teniendo la importancia de una cagada de mosca en el lateral de un tratado sobre la reproducción del grajo común, pero ¿qué mas da? Total, ser el sexto mercado mundial es una minucia. Ahora bien, a mi lo mismo me da, la versión que he tenido a bien jugar es la americana (gracias Funs por el préstamo) y como cualquiera puede sospechar no está traducida. Pero idiomas aparte vayamos al meollo de la cuestión. Por si a estas alturas aun queda alguien que no sepa de que va el juego haré un resumen rápido de la trama: el jugador encarna el papel de Phoenix, un abogado recién salido de la escuela y que tendrá que demostrar su valía en el bufete Fey & Co. Así nuestra misión será enfrentarnos a cinco casos diferentes que desafiarán nuestras habilidades y nos permitirán avanzar en la historia global del juego.
Hasta aquí bien, nada del otro mundo, pero por alguna razón que se me escapa «Phoenix Wright: Ace Attorney» ha conseguido los alagos de una gran parte de la prensa y, lo que para mi es más importante, de un buen número de mis amigos. Incluso he llegado a leer por ahí que este juego era un ejemplo de como los japoneses y la DS estaban revitalizando el género de las aventuras gráficas. Perdónenme la correción pero si aquí se está revitalizando algo es el género de las videoaventuras como «Night Trap», «Time Gal» o «Road Avenger» y no el de juegos como «Space Quest»,»Monkey Island» o «Maniac Mansion».
Para cualquier jugador occidental que no se dedique a la importación «Phoenix Wright» supone una introducción a las aventuras conversacionales japonesas, donde asistimos a unas conversaciones donde rara vez importa nuestra respuesta, y de vez en cuando nos vemos obligado a tomar decisiones finales. Aplicándolo al juego podemos decir que este se divide en dos partes: la investigación, donde da igual lo que hagamos ya que hemos de seleccionar X respuestas y si no lo hacemos no podemos pasar a la siguiente fase, y el juicio, donde de nuestras respuestas depende la suerte de nuestro defendido.
Alguno dirá que esto es como la vida misma, pero no, este juego es un camino de dirección única donde podemos divertirnos siempre y cuando no esperemos más que una mediocre novela de misterio. Sí, durante un rato el juego engancha y divierte, pero pronto empezamos a descubrir que la lógica no es un valor importante y que nuestra habilidad o tren de pensamientos no está admitido, o nos ceñimos a la estructura creada por los diseñadores o nada. Y lo peor es que nuestro tren de pensamientos ni tan siquiera se acerca al del juego, donde los testigos mienten sin importarles nada y donde las piezas tan solo encajan en una dirección. Para los más viejos del lugar una analogía rápida ¿recordais las aventuras conversacionales en las que habiamos de dar con el verbo correcto para avanzar? Pues esto es lo mismo.
Entonces ¿cómo es que tanta gente se ha emocionado con este juego? Ni idea. El estilo es el mismo que el de un libro o una de aquellas videoaventuras que todo el mundo odiaba, el uso de las capacidades de la DS es casi anecdótico y la trama tiene la consistencia del papel de water tras estar un cuarto de hora en remojo. Tal vez haya sido el famoso grito de «Objection» o la estética, pero si yo hubiese gastado 40 euros en esto en vez de en ocho libros de novela negra me habría sentido muy decepcionado.
Pengo-nota: 5, si la diversión te dura una semana ya te puedes dar con un canto en los dientes.
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